En EL Nombre de Aláh, El Clemente, El Misericordioso

 Consecuencias del adulterio

Alabado sea Aláh, El Todopoderoso. Atestiguamos que no hay divinidad excepto Aláh y que Mujámmad es su último Profeta y Mensajero, trazó el sendero a seguir por los creyentes en Aláh. La paz y las bendiciones de Aláh sean con él, con sus Familiares, Compañeros y seguidores hasta el Día del Juicio Final.

 Aláh, loado sea, mencionó en Su Noble Corán algunas de las cualidades del creyente al decir: “…Quienes no invocan con Aláh a otra divinidad, ni matan a ningún ser que Aláh prohibió matar sino legalmente, ni cometen el adulterio; más quien tal cometa recibirá su merecido…”. También les puso a sus creados limitaciones en cuanto a satisfacer algunas de sus. Al respecto dijo el Profeta Mujámmad (PBASCE): “EL camino hacia el paraíso fue rodeado por lo indeseado y el camino hacia el infierno fue rodeado por la concupiscencia y la tentación”.

Una de las tentaciones más peligrosas y castigadas por Aláh, y la cual asecha hoy en día con toda libertad y descontrol, es la del adulterio ya sea cometido entre los seguidores del Islam o con personas de otras creencias. Y en este sentido, la gente se divide en dos categorías: La primera es la de aquellos que son timoratos a Aláh y que luchan para no involucrarse en este mal considerado en el Islam uno de los pecados mayores. Y la segunda categoría de la gente es la de aquellos que se han declarado abiertamente cometedores del adulterio sin temor a Aláh y ni siquiera a las consecuencias mundanales del mismo tales como las enfermedades y la desintegración familiar, y quienes reflejan aquellos de los que dijo Aláh en Su Noble Corán: “¿No has reparado en quien toma por divinidad a su concupiscencia”.

 Hermanos en Aláh:

Incurrir en el adulterio es, sin duda, un reflejo de la debilidad de la creencia de la persona y la insistencia en cometerlo, al igual que otros pecados, pueden ser causantes de una salida inconsciente de la religión del Islam, ya que algunos llegan al estado desesperado de cometer cualquier acto con tal y puedan satisfacer su peligrosa inclinación hacia el pecado.

La sabiduría del Mensajero de Aláh (PBASCE) logró erradicar este mal de entre los Musulmanes durante su época mediante métodos de los cuales carecemos  hoy en día. He aquí la historia de un Joven pidiéndole permiso al Profeta (PBASCE) para cometer el adulterio. Le preguntó el Profeta de Aláh con la serenidad que lo caracterizaba: “¿Acaso le aceptas esto a tu madre o a tu hermana? Hasta que al joven se le quitaron todas aquellas malas ganas y declaró no tener nada más odioso para él  que el adulterio.

EL Profeta Mujámmad (PBASCE) también nos advirtió que la propagación de los grandes pecados en una sociedad se reflejarían a todos sus miembros; dijo una vez, que cuando en una sociedad se propagan los pecados mayores de manera abierta y declarada, serán castigados por Aláh con enfermedades y sufrimientos jamás antes vistos por sus ancestros. Hagamos una revisión del estado actual de las sociedades. ¿Qué encontramos?, nada más y nada menos que la profecía del Mensajero de Aláh cumpliéndose; Hambre, niños abandonados, familias desintegradas, Sida, cáncer, cólera, crímenes, guerras, inundaciones, huracanes, terremotos y pare de contar.

            Dijo el Profeta (PBASCE): “Siete serán acogidos en la sombra de Aláh cuando no habrá sombra sino la de Él, alabado sea… (es decir en el Día de Juicio Final cuando asecha el sol al máximo)” y contó entre estos siete a un hombre que fue tentado por una mujer de extrema belleza y riqueza y la rechazó diciendo: “Yo temo a Aláh, El Señor de los mundos”.

 Queridos Hermanos:

            Temamos a Aláh y seamos ejemplos para nuestros hijos y para las generaciones venideras y luchemos para allanarles un camino sano guiado por los mandamientos divinos de Aláh, Su Noble Corán y la Noble Tradición del último Mensajero de la humanidad Mujámmad (PBASCE). Y sepamos que nuestro mismo cuerpo testificará en contra de nosotros en el Día del Juicio Final.

Nos refugiamos en Aláh de la tentación del adulterio y todos los pecados, Y Nuestra última súplica es (AL Jámdu Liláji Rabbil’Álamín).

19/3/1420 – 02/07/2009