La paciencia y la furia

Alabado sea Dios, hizo de la vida de Su Profeta (PBDSCE) un ejemplo a seguir en todos los sentidos. Atestiguamos que no hay divinidad excepto Dios y que Mujámmad es su último Profeta y Mensajero, trazó el sendero a seguir por los creyentes en Dios. La paz y las bendiciones de Dios sean con él, con sus Familiares, Compañeros y seguidores hasta el Día del Juicio Final.

 Siervos de Dios:

Cuando el Mensajero de Dios (PBDSCE) entró a Makkah, en el año de la apertura, tenía el corazón llenó de agradecimiento a Dios por las bondades y la victoria concedida a Sus creyentes. Realizó Al Tawaf (la vuelta alrededor de la Kaabah) siete veces, rezó y se sentó en la Mezquita y la gente esperando lo que iba a hacer con la gente de Makkah, quienes le habían declarado la guerra, lo acosaban, torturaban a sus compañeros y lo expulsaron de la tierra preferida para Dios. En aquel momento todos los que estaban alrededor de él esperaban su decisión acerca de sus enemigos. Entonces, EL Profeta (PBDSCE) pronunció un discurso el cual comenzó con el versículo: “¡Oh gente! Os hemos creado de un hombre y de una mujer y os hemos dividido en pueblos y tribus para que os conozcáis unos a otros; Ciertamente, el más honrado de vosotros ante Dios es el más timorato hacia Él”. Después, les preguntó a los presentes: “¡Oh gente de Quraish!: ¿Qué creen que haría con ustedes?”, le respondieron: “Hará bien, eres un hermano generoso e hijo de un hermano generoso”, entonces les dijo: “Os diré lo que les dijo Yousuf (José) a sus hermanos: Hoy no seréis recriminados, sois libres”. A raíz de ello, la gente de Makkah comenzó a abrir sus puertas para declararle al Profeta Mujámmad (PBDSCE) una lealtad absoluta.

 He aquí, hermanos la indulgencia y el perdón en sus ejemplos más destacados; el perdón cuando se es poderoso. Y quien más que nuestro ídolo Mujámmad (PBDSCE) para darnos el ejemplo de la paciencia a través de ésta posición de grandeza que se repitió durante su vida varias veces no menos destacadas que ésta; un muestra de sencillez con poder, la cual también fue seguida por los demás Profetas, la paz sea con ellos, tales como Júd (o Heber) quien cuando su gente le dijeron:  Vemos la bajeza en ti y te pensamos de los mentirosos, y les contestó: “No se me caracteriza de bajo, solo soy un Mensajero del Señor del universo para llevaros los mensajes de mi Señor y ser sincero aconsejador para vosotros”.

 De los cuentos que indican el gran grado de indulgencia y paciencia que caracterizan al Profeta Mujámmad; se narra que una vez llegó un judío para pedirle al Profeta (PBDSCE) que le pague una deuda pendiente y al acercarse al Profeta lo miró con furia y le dijo: Oh Mujámmad, ¿No me vas a pagar mi derecho?, allí, Omar Ibnul’Khattab, que Dios esté complacido con él, y como de costumbre defendiendo al Profeta y la religión, le dijo mientras el Profeta observaba con serenidad y calma: “Enemigo de Dios, cómo le vas a hablar y mirar así al Profeta de Dios; Juro por quien lo envió con la verdad que si no fuera por temor a su regaño te hubiera cortado la cabeza”, entonces, el Profeta le dijo a Omar: “Oh Omar; él y Yo necesitábamos más que eso de ti; que me ordenes a mi ser buen cumplidor y a él a solicitar su derecho con respeto. Vaya Omar páguele su derecho y agréguele veinte medidas más de dátiles”. Ante éste gran y ejemplar comportamiento, al judío no le quedó sino declararse seguidor de la religión de Dios por lo que vio de serenidad del Profeta.

 Con semejante actitud, el Mensajero de Dios logró erradicar dos tipos de ignorancia: la primera: la que se opone a la religión y la ciencia, y para ello ordenó armarse con sabiduría a través de la enseñanza y la educación, y la segunda es la ignorancia que se opone a la moral y la indulgencia o la paciencia, y para eso, tomó en cuenta la palabra de Dios que dice: “…Pero si hubieras sido insociable e intolerable, ellos se habrían apartado de ti”.

 Algunos parecen ser volcanes al momento de furor pronunciando todo tipo de vulgaridades y vocabularios obscenos siendo el Islam inocente de este tipo de gente. Otros, se enfurecen por tan solo escuchar una sentencia legislativa que no este acorde con sus ideas tales como aquellos que toman del nacimiento del Profeta un feriado y realizan para ello fiestas aunque sanas, pero que jamás fue tradición o costumbre del Profeta mismo o de alguno de sus compañeros.

 Desde el punto de vista legislativo Islámico, la furia se divide en tres categorías, la mejor de ellas es la que se manifiesta para defender la religión, la propiedad, el honor y a uno mismo, y la peor es la que hace perder la razón sobrepasando los limites de la religión y la moral y puede llevar a uno a cometer pecados comparados con la incredulidad.

 Dice Dios, enaltecido sea su nombre: “Emulaos en obtener la indulgencia de vuestro Señor y un paraíso cuya amplitud es igual a la de los cielos y la tierra, que está reservado para los timoratos; Que hacen caridad, tanto en la prosperidad como en la adversidad, que reprimen su cólera y que indultan al prójimo; porque Dios aprecia a los bienhechores”.

 Le pedimos a Dios que nos dote de tolerancia, indulgencia y paciencia, y que nos convierta de los que celan su religión y la defienden, Y Nuestra última súplica es (AL Jámdu Liláji Rabbil’Álamín).

05/3/1420 – 18/06/2009